San Francisco de Sales y Don Bosco

Autor: Colaboración
On 18 mayo, 2022

San Francisco de Sales y Don Bosco es el título de la conferencia-coloquio que impartí en los locales de la Asociación de los Antiguos Alumnos de Don Bosco de Vigo,  María Auxiliadora, el pasado 3 de mayo a las 19:30h.

El motivo es que este año se cumplen cuatro siglos del fallecimiento de San Francisco de Sales, que tuvo lugar el 28 de diciembre de 1622.

Este artículo viene a ser como un resumen de lo tratado en dicha conferencia-coloquio.

San Francisco de Sales es patrón y protector de los Salesianos y ante todo modelo de humanismo para Don Bosco.

Toda la obra de San Juan Bosco comienza a germinar en la pequeña semilla que supone el primer oratorio: el Oratorio de San Francisco de Sales.

Es la cuna de la Congregación y de toda su obra, como él mismo confesó.San Francisco de Sales y Don Bosco

Con el pequeño grupo que forma el Oratorio funda la nueva congregación religiosa, que pone bajo el amparo y el patrocinio de San Francisco de Sales y tomando para sus miembros el nombre del obispo de Ginebra: salesianos.

Don Bosco siempre admiró a San Francisco de Sales, patrón también de los periodistas y cuya fiesta se celebra el 24 de enero.

«El santo de la amabilidad», «doctor de la dulzura», «doctor de la devoción», «doctor del Amor», son algunos de los términos que se han atribuido a san Francisco de Sales.

Fue tanta la admiración del fundador de los Salesianos que lo eligió como modelo y protector para su nueva Congregación.

Juan Bosco conoce su figura en el seminario de Chieri, donde lee sus obras fundamentales.

Lo que más le impresiona e influye es, por un lado, el ejemplo de apóstol y misionero, y por otro, la mansedumbre y dulzura de trato.

El primer oratorio fundado por Don Bosco se llamó San Francisco de Sales.

La primera iglesia construida en Valdocco por Don Bosco fue dedicada a San Francisco de Sales.

En su habitación, Don Bosco tenía un letrero en el que estaba escrito el famoso mensaje divulgado por él “Da mihi animas, coetera tolle” (“Dame almas, llévate lo demás”), una frase bíblica que solía repetir San Francisco de Sales.

Propósito de Don Bosco como sacerdote: “La caridad y la dulzura de San Francisco de Sales me guiarán”.

El apelativo salesiano hace, por tanto, referencia al obispo de Ginebra, pero no sólo a su persona, sino también a su espíritu y mensaje, transmitidos por Don Bosco.

Este sentido salesiano se ve en toda su autenticidad en un pequeño tratado que escribió sobre el Sistema Preventivo y cuya puesta en práctica supone la bondad, dulzura y mansedumbre de cuyo espíritu, con el amor, surge la espiritualidad salesiana, la espiritualidad de Don Bosco.

Para los Salesianos, San Francisco de Sales se presenta como modelo en el cual inspirarse por su gentileza, bondad y humildad hacia cualquier persona.

El Aguinaldo del Rector Mayor para este año lleva por lema: Haced todo por amor, nada a la fuerza.

Se centra en la espiritualidad del santo que inspiró a San Juan Bosco.

El artículo 17 de las Constituciones Salesianas establece, casi a imitación del santo y doctor de la Iglesia, que el salesiano “cree en los dones personales y sobrenaturales del hombre, sin ignorar su debilidad.

Acepta los valores del mundo y no se lamenta de su tiempo: toma aquello que es bueno, especialmente si le gusta a los jóvenes.

Anuncia la Buena Noticia y siempre está feliz. Transmite gozo y alegría en educar hacia la vida cristiana y el sentido de la felicidad”.

 

Luciano García Medeiros

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