Con buen tiempo

Autor: Jesús Muñiz González
On 20 octubre, 2025

Con buen tiempo, hoy me animé a ir a pie a la clase de pintura.
Me encanta observar a la gente por el camino: unos apresurados, otros con paso cansino, alguien que sube ruidosamente la persiana para abrir la tienda, en las cafeterías las camareras se multiplican para servir los desayunos.

La mañana fresca se va tornando cálida en el trayecto. Distraído como iba, me adentré por la calle equivocada y di una gran vuelta.
Tuve que preguntar cinco veces a paseantes con su perro. Niños vi solo dos; caninos, unos cuantos.

Al llegar, aún pude reposar unos minutos a la sombra antes de entrar.

Pintar es casi como escribir: manchas de colores sobre un lienzo en blanco, y al cabo de los días surge un paisaje, un rostro, una fruta.

En la vida ocurre algo parecido: vas por la calle, cruzas miradas con desconocidos.

Te apuntas a una actividad, una clase de pintura, por ejemplo. No conoces a nadie.

Se presentan, un nombre, con el que ya identificas a la persona.

Pasan los días, surgen pequeños comentarios, conversaciones, anécdotas y descubres que aquel que está a tu lado tiene su historia.

Cuando nos comunicamos, es lo que sucede: descubrimos a la persona, su vida, su película basada en hechos reales.

La gente con la que nos cruzamos vive en un mundo personalizado a su medida; sí nos acercamos, nuestra mente se enrique y el corazón se alegra con el encuentro.

Lo realmente hermoso, es que se establece un vínculo.

La persona deja de ser alguien y pasa a ser él o ella.

Lo que antes eran manchas de colores, ahora son un retrato, con personalidad, que te mira y te habla.

Todos podemos pintar esos cuadros, aunque no vayamos a clase de pintura.

Con buen tiempo y a pie es posible.

Jesús

Jesús Muñiz González

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