La esencia del Sistema Preventivo

Autor: Miguel Sánchez
On 6 febrero, 2023

La esencia del Sistema Preventivo se define en la siguiente escena. Cuando D. Bosco entró en una barbería para afeitarse y se encontró con un chaval que estaba empezando a aprender el oficio, no se asustó cuando el barbero le dijo que el chico no había afeitado nunca. Al contrario. Le respondió: “Pues yo seré el primero”.

La confianza que D. Bosco puso en ese chaval era la confianza que tenía en todos los chicos.

Les daba oportunidades para que saliesen adelante en la vida. Les dará casa, formación profesional y cristiana, les dará cariño y confianza.

Por eso, no es de extrañar que, muchos años más tarde, ese mismo chico, ya convertido en un hombre, le regale a D. Bosco un corazón, símbolo del cariño recibido y que, agradecido, le quería devolver.

 

Ese chaval era Carlos Gastini, el fundador de los Antiguos Alumnos de Don Bosco.
La esencia del Sistema Preventivo

Porque si algo caracteriza a los Antiguos Alumnos de Don Bosco es ese agradecimiento del bien recibido por los Hijos de Don Bosco, por ese Carisma Salesiano que supo poner en su vida y en su corazón esas tres palabras que recogen la esencia del Sistema Preventivo: razón, religión y amor.

Un agradecimiento que no se limita a recordar las cosas vividas en la época en que estuvieron en los colegios o en las obras salesianas, como cualquier otra asociación de antiguos alumnos, sino que tiene como uno de sus principales objetivos mantener vivo el carisma en sus miembros, colaborando en lo posible con la misión que D. Bosco dio a su obra: educar y cuidar a los jóvenes, ese segmento preferido a los ojos de Dios, especialmente los que están pasando más necesidad.

Ellos conservan, profundizan, actúan y actualizan los valores de la educación recibida en la Escuela de Don Bosco, acompañando a los asociados en su crecimiento personal, familiar y comunitario.

Ello les lleva a seguir formándose en el Espíritu Salesiano, a luchar porque la sociedad sea cada vez más justa y solidaria, a hacer de su propia familia “una casa que acoge, parroquia que evangeliza, escuela que prepara para la vida y patio donde se comparten la amistad y la alegría”

 

Miguel Sánchez

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