En esta fiesta de Santiago

Autor: Colaboración
On 30 julio, 2021

En esta fiesta de Santiago, que este año ha caído en el domingo, el día del Señor, la Palabra de Dios que ha sido proclamada en nuestras celebraciones eucarísticas, nos ofrece a las comunidades cristianas de España una luz para reflexionar en nuestra vivencia de la fe que recibimos de los apóstoles.

Esta vivencia del Evangelio nos ha sido trasmitida por la predicación apostólica, que no hemos de confundir con algunos datos que nos ha trasmitido la tradición, aunque sea secular, o la imaginería heredada, un tanto discutible, sino la vivencia hemos de fundamentarla en los textos de esta celebración.

La festividad del apóstol Santiago.

Tiene muchas resonancias para España.

Por ser su Patrón, alcanza vertientes culturales, sociales, políticas y, por supuesto, religiosas, aunque algunos lo silencien, supone homenajear y festejar al primer evangelizador de nuestra tierra.

A él le debemos los inicios del gran edificio espiritual que, con el paso de los siglos, hemos ido levantando a través de diversas generaciones de creyentes.

El Camino de Santiago.

Es una ruta que recorren los peregrinos procedentes de España y de toda Europa para llegar a la ciudad de Santiago de Compostela, donde se veneran las reliquias del apóstol Santiago el Mayor.

El Camino de Santiago fue declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad.

Itinerario Cultural Europeo por el Consejo de Europa.

Título honorífico de Calle mayor de Europa.

Flaco favor sería, entender y acercarse a la figura de Santiago Apóstol, desde los aledaños puramente culturales o artísticos que han ido gestándose al borde del Camino.

Entre otras cosas porque, ponerse en camino, no es ir hacia Santiago: es ir con Santiago hacia el encuentro con Cristo.

Celebrar su fiesta, entre otros sentimientos, supone escuchar la voz del Señor como Santiago la percibía a las orillas de Tiberiades.

Honrar la figura de Santiago.En esta fiesta de Santiago

Es creer firmemente en la Resurrección de Cristo. Avanzar hacia Santiago Apóstol es pedir, por su intercesión, el vivir la experiencia que él tuvo en el Monte de la Transfiguración.

Rezar al Apóstol es crecer, ahondar y perseverar en la oración como él lo hizo con Jesús en el Huerto de los Olivos.

¿Es el camino espiritual de Santiago el nuestro?

¿No estaremos dando excesiva importancia al camino material desnudándolo de lo que fue genuino, origen y medular en él?

¿Es el camino hacia Santiago un camino hacia Cristo o un incentivo puramente cultural?

¿Es el camino de Santiago kilómetros de oración y de conversión o deporte sano y bueno?

Orientarse hacia Santiago es sentir la llamada de Jesús maestro: ¡Ven y sígueme!

No podemos consentir que, el camino que algunos pretenden y promueven –camino hacia ninguna parte- esconda, disimule o maquille el tesoro que llevamos en vasijas de barro.

El tesoro que vamos buscando.

El tesoro que, Santiago, sembró en estas tierras para que fuera descubierto, conocido y amado:

Jesús Hombre Salvador.

Que Santiago Apóstol sea para todos nosotros un motor que nos impulse a seguir trabajando por esa segunda evangelización, incluso para algunos la primera, a la que vamos a asistir en muy pocos años.

No hace falta ir a África o a China… España es país de misión y necesitado de muchos, pero que de muchos “santiagos”.

Agradezcamos el don de la fe que hemos recibido y procuremos ser cristianos de nuestro tiempo, que buscan los medios adecuados para que nuestro testimonio y nuestra palabra sean comprensibles y cautivadores para la sociedad de hoy.

En esta fiesta de SantiagoLuciano García

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